lunes, 11 de mayo de 2015

Alicante estrena una técnica que mejora la supervivencia a los tumores cerebrales

La tecnología incorporada al Hospital General, que se convierte en referencia en la provincia, ayuda a a los neurocirujanos a distinguir el cáncer del tejido sano al teñirse de un color

El Hospital General de Alicante ha estrenado este año una nueva tecnología que ayuda a mejorar la supervivencia en los tumores cerebrales malignos, convirtiéndose en referencia en la provincia. Se trata de un microscopio que se adapta a las necesidades de la fluorescencia y 'tiñe' el cáncer de un color para que los neurocirujanos tengan una mejor visualización entre el tejido enfermo y el sano durante la intervención y ser más precisos a la hora de extirparlo. Según el jefe de servicio de Neurocirugía, el doctor Pedro Moreno, «el problema que tenemos en los tumores cerebrales, sobre todo los malignos, es que al abrir el cráneo no lo distingues del tejido cerebral, se ve todo igual. El núcleo sí, pero el resto es un tumor que se infiltra, y puedes pensar que has quitado mucho, como se decía antes, pero no es así». El especialista menciona encuestas publicadas en todo el mundo en las que se preguntó a los neurocirujanos «cuánto pensaban que habían quitado» y respondían que la mitad, estando lejos de la realidad. «Tras hacer una resonancia de control siempre se ha quitado la mitad de lo que uno cree porque no distingues, piensas que has llegado al límite y casi siempre hay por lo menos la mitad», insiste. En la búsqueda de una herramienta para solucionar este problema se recurrió primero a las imágenes intraoperatorias, sobre todo, las resonancias. Sin embargo, se trata de un sistema muy caro porque supone instalar una resonancia dentro del quirófano y dedicar exclusivamente un quirófano a este tipo de intervenciones. Además, según el especialista, «tienes lo mismo, operas y cuando terminas debes hacer la resonancia para ver qué queda, nunca intervienes en tiempo real». El sistema -denominado Pentero 900- supone teñir los vasos porque los tumores están muy vascularizados, un procedimiento que los oftalmólogos utilizan desde hace tiempo. ¿Cómo se realiza? El enfermo se toma por vía oral, cuatro o cinco horas antes de la cirugía, un fármaco que «se difunde y las células se tiñen intensamente de esa sustancia». El neurocirujano visualiza este cambio a través de un filtro especial que permite ver la luz ultravioleta (a diferencia del clásico que es con luz blanca). «Al microscopio se le aplica ese filtro que cambia de polaridad, las células tumorales que están inyectadas y han tomado esa sustancia se ven de color rojo o rosa, según la intensidad, cuanto más rojo, la intensidad del tumor es mayor», explica el especialista. «Podemos ver en tiempo real cuánto tumor has quitado aplicando el filtro, que solo supone apretar un botón del microscopio. Así aplicas la luz azul y lo que no se ha teñido se verá de ese color (azul) mientras el tumor en rojo o rosa». El jefe del servicio incide en las ventajas con respecto al anterior: «Con la luz blanca crees que has terminado y no es así, con este filtro puedes seguir resecando más, siempre que tengas unos límites aceptables» para evitar lesiones o secuelas en el paciente. La consecuencia directa de esta tecnología es supervivencia porque «en el tumor maligno está directamente relacionado una mayor supervivencia cuanto mayor resección haces». Es decir, cuanto más tumor se quita, más probabilidad hay de aumentar los años de vida.
De hecho, el neurocirujano apunta que se puede conseguir que la tasa se duplique y que de doce meses de supervivencia se alcance los 24. Pone el caso de los gliobastomas, que tiene cuatro grados y en el cuarto, que es el peor, la supervivencia es de doce meses y se puede pasar a los 24. Aun así, matiza que «aunque se pueden conseguir mayores tasas», en general, en los tumores cerebrales malignos, «siguen siendo muy bajas». Superiores a los cinco años, menos del 10%. Una decena de pacientes se han beneficiado de esta técnica desde el mes de marzo y se estima que al año se aplicará en cerca de 30 a 40 casos de la provincia porque no todos los cánceres cerebrales malignos podrán operarse. «La dirección ha hecho un esfuerzo extraordinario, se trata de una tecnología cara, pero la provincia de Alicante ya está igual de puntera que otros hospitales de la Comunitat», afirma.
FUENTE: La Verdad 

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