jueves, 29 de octubre de 2015

Desarrollan cerámica para tratar afectaciones cerebrales


Científicos de instituciones de educación superior de Estados Unidos y México trabajan en el desarrollo de un material que podría revolucionar las terapias que se aplican actualmente en el cerebro en diversos casos. Los científicos Guillermo Aguilar, de la Universidad de California en Riverside (UCR), y Santiago Camacho, del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), señalaron que estas afectaciones cerebrales podrían ser de tumores, embolia y lesiones por trauma tanto en el cerebro como en la médula. 

En conferencia de prensa dijeron que se trata de una cerámica transparente compatible con el tejido humano, que podría implantarse para sustituir segmentos del cráneo. Por su nitidez, agregaron, el nuevo material permitiría no sólo el acceso visual para el diagnóstico y monitoreo en estos casos sino también la posibilidad de ofrecer tratamientos terapéuticos basados en el uso de la luz que son menos invasivos. 

El proyecto que presentaron se llama “Ventana al cerebro”, en el que participa un grupo multidisciplinario de especialistas en óptica, síntesis y procesamiento de materiales, ingeniería biomédica y un neurocientífico. Comentaron que hay avances significativos en el desarrollo de muestras que podrían llegar a ser implantes viables, con láminas delgadas (obleas) de material transparente en secciones del cráneo. 

El nombre de “ventana al cerebro” se debe a la transparencia de ese material cerámico, que permite el acceso visual al tejido cerebral, convirtiéndolo en una excelente plataforma de usos biomédicos, tanto de diagnóstico como de tratamiento. Devin Binder, neurocientífico de la UCR participante en el proyecto, explicó que para tratar un tumor cerebral regularmente se practica una craneotomía al paciente. 

Esto es se corta un segmento del cráneo, se da el tratamiento correspondiente, y luego se coloca de nuevo el segmento de hueso que se retiró inicialmente. Pero si en lugar de colocar nuevamente el segmento de hueso original se reemplaza con una hoja delgada y transparente de este nuevo material cerámico los médicos podrán observar directamente cómo responde el tumor al tratamiento. Esto es, van a poder realizar un monitoreo óptico del procedimiento. 

Además, ciertos tratamientos terapéuticos en casos de tumores en el cerebro, embolia cerebral, lesiones por trauma en el cerebro o en la médula, al ser fotoactivados, funcionan con base en la luz y tienen la ventaja de que no son invasivos. Santiago Camacho, jefe del Departamento de Óptica del CICESE, aseguró que esta rama de la física está ganando terreno en aplicaciones médicas, pues la óptica permite desarrollar técnicas no invasivas que están revolucionando las terapias. 

Tal es el caso de diagnósticos basados en el uso de rayos láser, así como técnicas terapéuticas como la optogenética y terapias fotodinámicas. Incluso esta plataforma de “Ventana al cerebro” podría aplicarse en el estudio de otras patologías del cerebro, como el Parkinson y Alzheimer. 

Este material tiene alta biocompatibilidad; alta dureza y resistencia; baja conductividad térmica; tiene menos producción bacterial que el titanio, y con la ventaja de que es transparente. A la fecha han hecho ensayos con animales pequeños y confían en que en breve podrían llegar a tener un implante viable para humanos.  


FUENTE: noticias.terra.com

miércoles, 28 de octubre de 2015

La inmunoterapia está revolucionando el tratamiento del cáncer


«La inmunoterapia está revolucionando el tratamiento del cáncer», subraya el doctor Ignacio Melero, especialista en Inmunología e Inmunoterapia de la Clínica Universidad de Navarra y del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), ambas entidades integradas en el Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IDISNA). Melero es el coordinador del Simposio Internacional sobre Inmunoterapia: «Anticuerpos monoclonales inmunoestimulantes e inmunomodulación: recogiendo al fin la cosecha» que reunirá desde el 18 de octubre hasta el martes 20 a los máximos expertos científicos del mundo.

«El uso de la inmunoterapia en la lucha contra el cáncer es uno de los eventos más importantes que han ocurrido en muchos años», considera el especialista. El doctor Melero apoya su rotunda afirmación en los últimos resultados obtenidos en ensayos clínicos desarrollados en la Clínica y el CIMA y otros centros internacionales, especialmente en pacientes con melanoma metastásico, enfermedad en la que la inmunoterapia ha obtenido a día de hoy sus mejores resultados. Según las últimas evidencias científicas –afirma el experto- «más del 50% de los pacientes con melanoma metastásico tratados con un determinado fármaco inmunoterápico (anticuerpo monoclonal) siguen vivos y sin empeoramiento de la enfermedad dos años después del inicio del tratamiento». Se trata de un avance de especial relevancia, ya que hasta ahora los pacientes con esta enfermedad no superaban los pocos meses de vida.

La inmunoterapia consiste en la utilización de tratamientos farmacológicos que estimulan el sistema inmunológico del paciente para que reconozca y destruya las células tumorales de un modo más eficaz.

Líneas de investigación
Existen ya otras tipologías de tumor en los que esta línea terapéutica está cosechando ya buenos resultados. «Tras el melanoma podemos destacar el cáncer de pulmón no microcítico que presenta entre un 15 y un 30% de supervivencia a los 18 meses de empezar la inmunoterapia», detalla el Dr. José Luis Pérez Gracia, oncólogo y co director de la Unidad Central de Ensayos Clínicos de la Clínica Universidad de Navarra.

«Se sabe, -apunta el especialista- que la inmunoterapia mejora los resultados en diferentes tipos de cáncer». Si bien todavía existen lagunas respecto a la razón por la cual funciona en unos pacientes pero no en otros. Y esta es una de las cuestiones que los expertos someterán a análisis y debate.

En esta línea, el Programa de Inmunología e Inmunoterapia del CIMA, lleva años trabajando en el desarrollo de varias líneas de investigación en torno a la inmunoterapia. «Nuestros laboratorios investigan en tres grandes líneas», asegura Juan José Lasarte, del CIMA, «en el desarrollo de vacunas, la inmunomodulación y la terapia celular adaptativa».

La investigación preclínica que se realiza en el CIMA desarrolla anticuerpos «inhibidores que bloquean el freno del sistema inmunológico ante la presencia de una célula de cáncer», afirma Lasarte.


FUENTE: ABC

domingo, 25 de octubre de 2015

Estudian las ondas cerebrales con un algoritmo de análisis sísmico


Si existe una técnica médica para explorar el cuerpo humano con el fin de hacer un diagnóstico o prescribir otras pruebas es la palpación. Y es que son muchas las enfermedades que implican cambios estructurales en los tejidos, lo cual se ve reflejado en cambios en sus propiedades mecánicas, tales como la elasticidad. Simplemente con el tacto, y un conocimiento detallado del cuerpo, el médico puede evaluar el tamaño y la rigidez de un tumor, la presencia de ganglios linfáticos inflamados, o el tamaño y la posición del feto en una mujer embarazada, por mencionar algunos ejemplos, de ahí su importancia.

Este tipo de examen se ha sustituido o complementa con técnicas modernas que proporcionan los índices de elasticidad de un tejido biológico. Para ello generan y detectan ondas que se propagan a través del cuerpo a velocidades variables dependiendo de la rigidez de los órganos; cuanto más rígido sea el tejido, más lenta es la propagación de la onda, y viceversa.

Por su naturaleza, sin embargo, es más difícil medir la elasticidad del cerebro. Al estar doblemente protegido por el cráneo y el líquido cefalorraquídeo, resulta de difícil acceso para unas ondas aplicadas externamente. La única forma sería recurriendo a procedimientos altamente invasivos como pueda ser una craneotomía, que implica abrir el cráneo, por lo que está limitado a casos excepcionales. Por tanto, es imposible palpar directa o indirectamente el cerebro, algo que complica enormemente el trabajo de los neurocirujanos, que sólo tienen información sobre la elasticidad de la superficie cerebral.

Ahora, un equipo de investigadores del Instituto Nacional francés de la Salud y la Investigación Médica (Inserm), ha desarrollado un método no invasivo de toma de imágenes cerebrales, mediante resonancia magnética, que proporciona la misma información que una palpación física. Para ello han recurrido a la adaptación de un algoritmo que normalmente se utiliza para estudiar terremotos.

Según detalla el Inserm en un comunicado, el sistema podría utilizarse en última instancia para ayudar a detectar tumores, en el diagnóstico precoz de enfermedades como el Alzheimer y otras anomalías. Los resultados del estudio acaban de publicarse en la revista científica PNAS.

Adaptación de la resonancia

El equipo dirigido por Stefan Catheline, y otros alrededor del mundo, han estado trabajando en fórmulas que permitieran adaptar escáneres de resonancia magnética para medir la elasticidad del cerebro. Estos aparatos funcionan midiendo el contenido en agua, pero con ligeras modificaciones pueden medir el movimiento de las moléculas de agua. Así son aptos para recoger movimientos de los tejidos cuando se agitan.

Sin embargo, según recoge un artículo publicado en la revista online NewScientist, tales dispositivos no han pasado del laboratorio, en parte por la dificultad para manejarlos. "Es difícil tratar de mover todo el cráneo usando un vibrador", explica el investigador. Algunos equipos lo han intentado con moldes de dientes vibratorios, pero producen dolores de cabeza entre los participantes. Otros grupos han optado más recientemente por almohadas vibratorias.

La propuesta de los investigadores franceses toma otro rumbo. En lugar de mover físicamente la cabeza, quieren aprovechar las vibraciones naturales del cerebro, que se producen por ejemplo por el pulso de la sangre en las arterias y el líquido cefalorraquídeo circulante. "Tendemos a pensar en el cerebro como un órgano estático, pero hay mucho movimiento ", destaca Catheline.

Este giro en la investigación llegó después de pasar un tiempo trabajando con sismólogos, que estudian cómo extraer información de las ondas sísmicas que se generan durante un terremoto. Catheline pidió prestado a sus colegas el algoritmo utilizado para analizar las vibraciones de la Tierra, incorporándolo a su escáner de resonancia magnética modificado. Como resultado, el equipo fue capaz de medir las vibraciones naturales en el cerebro de dos voluntarios sanos - información normalmente descartada al considerarse ruido.

Diagnóstico y control

Este tipo de exploración podrá revelar mucha más información sobre lo que está pasando en el cerebro que las imágenes de resonancia magnética tradicionales. El contenido de agua de las células no tiende a variar mucho, pero sí las propiedades mecánicas. Así, mientras puede parecer que un poco de tejido cerebral está formado por células idénticas en una resonancia magnética, una exploración con elastografía revelaría una enorme variación en elasticidad o dureza, lo cual abre un apasionante camino para el estudio y el diagnóstico.

El equipo de INSERM espera que su técnica ayude con el tiempo a diagnosticar enfermedades y controlar el éxito de su tratamiento, caso del Alzheimer, la epilepsia, la esclerosis múltiple o la hidrocefalia, pues implican cambios en la rigidez de los tejidos. Por ejemplo, en el caso de algunas formas de demencia, se sabe que las placas tienen más elasticidad que el tejido cerebral normal, por lo que la nueva técnica permitiría detectar esas diferencias. Con su uso se evitarían además las biopsias cerebrales.

Sin embargo, los investigadores auguran que la primera aplicación clínica será probablemente para evaluar la dureza de un tumor existente. El sistema sería de gran utilidad antes de la cirugía, pues mientras una masa suave puede ser succionada rápidamente, los tumores más difíciles requieren una disección cuidadosa, que a veces supone varias horas.


FUENTE: tendencias21.net

jueves, 15 de octubre de 2015

LA CLAVE DEL TRATAMIENTO DEL CÁNCER PUEDE ESTAR EN LA PLACENTA

Los científicos de la Universidad de Copenhague y la Universidad de la Columbia Británica (Canadá), en su búsqueda de un tratamiento para la malaria en las mujeres embarazadas han visto que las proteínas que produce la enfermedad son anticancerígenas. Los investigadores esperan ser capaces de iniciar los ensayos en seres humanos dentro de cuatro años.

En concreto, su trabajo que se publica en la revista Cancer Cell explica que el carbohidrato que facilita que el parásito de la malaria se una a la placenta de las mujeres embarazadas es idéntico a un carbohidrato que se encuentra en las células cancerosas.

En el laboratorio, los científicos han fabricado la proteína que el parásito de la malaria utiliza para adherirse a la placenta, pero con una toxina añadida. Esta combinación de la proteína de la malaria y la toxina busca las células cancerosas, es absorbida por ellas, liberada en su interior, y hace que las células cancerosas mueran. Este proceso no se había visto nunca en cultivos celulares y ni en ratones con cáncer.

“Durante décadas, los científicos han estado buscando similitudes entre el desarrollo de la placenta y del tumor”, explica Ali Salanti del Departamento de Inmunología y Microbiología de la Universidad de Copenhague. La placenta, continúa, “es un órgano que en pocos meses crece a partir de solamente unas pocas células y adquiere el peso de un órgano, y proporciona el embrión el oxígeno y el alimento necesario en un entorno extraño. Es –destaca- muy similar a lo que ocurre con los tumores, que crecen agresivamente en un entorno relativamente hostil”.

El equipo de Ali, que está actualmente probando actualmente una vacuna contra la malaria en seres humanos, descubrió de forma accidental que el carbohidrato de la placenta es similar al que contienen las células cancerosas. En colaboración con Mads Daugaard, de la Universidad de Vancouver, los investigadores trabajaron en el diseño de una nueva vía de tratar el cáncer y esperan que su información siente las bases de un nuevo medicamento contra el cáncer.

“Hemos examinado la función de los hidratos de carbono. En la placenta -explica Salanti-, ayuda a asegurar un crecimiento rápido y nuestros experimentos han demostrado que ocurre lo mismo en el cáncer: cuando mezclamos el parásito de la malaria con células tumorales y el parásito vimos que reaccionaba a las células cancerosas como si fuera una placenta”.
  
En animales

Los dos grupos de investigación han probado su compuesto en miles de muestras de tumores cerebrales o de leucemia y han visto que es eficaz en más de 90 por ciento de todos ellos. Además, también han testado el fármaco en ratones implantados con tres tipos de tumores humanos: linfoma no Hodgkin, cáncer de próstata y cáncer óseo metastático.

En todos ellos el fármaco fue muy eficaz, desapareciendo los tumores en muchos de los animales. “Hemos separado la proteína malaria, que se adhiere a los hidratos de carbono, y añadido una toxina y hemos visto que la combinación de proteínas y la toxina mata las células cancerosas”, destaca Daugaard.

En sus experimentos han observado que la proteína de la malaria se adhiere al tumor sin ningún apego significativo a otros tejidos y que, además, los ratones tratados mostraron tasas de supervivencia mucho más altas que los animales no tratados. “Bastaban tres dosis para detener el crecimiento en un tumor e incluso reducirlo”, subraya. Al parecer, la única pega es que el tratamiento no estaría disponible para las mujeres embarazadas.

Los expertos creen que el escenario más realista sería iniciar los ensayos clínicos dentro de cuatro años, aunque quedan muchas cuestiones por resolver: ¿funcionará en humanos? Y si lo hace, ¿puede el organismo humano tolerar las dosis necesarias sin desarrollar efectos secundarios? En cualquier caso, los expertos son optimistas, ya que la proteína aparece solo a adherirse a un carbohidrato que sólo se encuentra en la placenta y en los tumores humanos.


FUENTE: Investigación y Desarrollo

Prometedor hallazgo científico sobre el cáncer de cerebro

Puerto Rico es el escenario científico donde un diestro grupo de investigadores han logrado evitar la recurrencia de células cancerosas del gioblastoma multiforme y la reducción del tumor, indicaron en exclusiva a la Revista Puertorriqueña de Medicina y Salud Pública (MSP) Kimberleve Rolón-Reyes y la doctora Lilia Kucheryavykh, catedráticas del Departamento de Bioquímica de la Universidad Central del Caribe (UCC) de Bayamón.

El gioblastoma multiforme es uno de los cánceres cerebral más agresivos con una probabilidad de vida de 14 a 18 meses. Actualmente el tratamiento para esta población consiste en la remoción total del tumor en el área del cerebro, pero lamentablemente la recurrencia del tumor es muy alta y por tal razón, el estudio constituye una nueva esperanza para estos pacientes.

La investigación se enfoca en la búsqueda de nuevas alternativas de tratamientos para este tipo de cáncer buscando cómo la microglía (células del sistema inmune del cerebro) promueven la dispersión de las células cancerosas y trabajan para bloquear el ambiente molecular que permite la recurrencia de estas a través un agente farmacológico denominado PF-562271, que reduce la migración de las células gliomas en modelos de animales.

“En modelos animales hemos encontrado que una proteína llamada Pyk2 (proline rich tyrosine kinase) es la proteína responsable de la interacción entre las células del glioma y las células inmunes. En condiciones de laboratorio logramos inhibir la proteína Pyk2 con el agente farmacológico PF-562271 y reducir la migración de las células glioma pero los modelos animales pueden variar significativamente en comparación a condiciones humanas”, explicó la doctora Kucheryavykh.

Además, ambas científicas recalcaron que aunque su hipótesis deberá continuar siendo corroborada en sus laboratorios, estos hallazgos podrían en un futuro mejorar significativamente la calidad de vida de estos pacientes, pues este tipo de tumor aún constituye uno de los grandes retos a nivel científico por su manera agresiva de atacar la masa del cerebro.

“Es muy importante verificar nuestra hipótesis e investigar la efectividad de la aplicación de PF-562271 en tejido glioma humano. Es por esta razón que actualmente nuestro laboratorio ha establecido una estrecha colaboración con el Dr. Luis Almodovar del Hospital HIMA San Pablo de Caguas y con el laboratorio del Dr. Alfredo Quiñones-Hinojosa, en Johns Hopkins School of Medicine en Baltimore”, detalló.

No obstante, Rolón Reyes destacó que la combinación de la quimioterapia actual en conjunto con el compuesto farmacológico han reducido también el tamaño de los tumores haciéndolos menos invasivos. Cabe resaltar que ambas científicas utilizan también muestras reales de tumores de gioblastoma multiforme, algo que constituye un paso importante en el estudio de este cáncer pues dichas muestras no son adquiridas con facilidad.

“Esto podría permitir que el paciente viva más tiempo y que el tratamiento sea más efectivo”, celebró.


FUENTE: metro.pr

viernes, 9 de octubre de 2015

Una combinación fármaco-virus mejora la eficacia contra el cáncer cerebral

Recientemente se ha desarrollado en conejos un virus para tratar el cáncer que puede combinarse con varios fármacos ya existentes contra el cáncer cerebral aportando más eficacia.

Un grupo de investigadores estadounidenses ha identificado seis componentes que aportan sensibilidad a las células cancerosas cerebrales al tratamiento con el virus desarrollado. Los resultados, publicados en la revista Neuro-Oncology, muestran que la combinación de un fármaco y el virus mixoma proporciona mejores resultados contra el glioblastoma, el tipo de tumor cerebral más común.

El virus mixoma se descubrió en conejos salvajes de Australia y algunas partes de Europa. Muestra eficacia contra las células que causan el glioblastoma recurrente en humanos. Hoy en día no hay ningún tratamiento eficaz a largo plazo para este tipo de tumor y los pacientes suelen ver su vida interrumpida tras 12-15 meses tras el diagnóstico, según afirma el National Cancer Institute estadounidense.

“Ya sabíamos que la combinación de este virus con el sirolimús aportaba más eficacia contra las células tumorales en fase inicial”, afirma Peter Forsyth, médico e investigador. “Sin embargo, queda mucho camino por recorrer”. Para esto, Forsyth formó un grupo que incluye a Grant McFadden, experto en el virus mixoma y profesor de genética molecular y microbiología. “Queremos que nuestros descubrimientos marquen una diferencia en este campo y una de las maneras de hacerlo es rediseñando los fármacos”, afirma Forsyth.  


FUENTE: immedicohospitalario.es

jueves, 8 de octubre de 2015

Nanotecnología para detectar cáncer

En los últimos seis años, el nanotecnólogo mexicano Víctor Serdio ha desarrollado un sensor que permite ubicar proteínas relacionadas con el cáncer de manera individual, lo que acelera y brinda un diagnóstico de la enfermedad de forma más certera.

El nanotecnólogo mexicano Víctor Serdio asegura haber dado un paso importante en la detección de una de las enfermedades más mortales a nivel mundial: el cáncer.

“En los últimos seis años desarrollé una tecnología para crear nanoestructuras muy simples con la capacidad de producirse en masa. Busqué alguna aplicación para la que pueda servir esta tecnología de nanofabricación. Y es ahí donde vino la idea de utilizar estas técnicas para biosensores que permitan detectar moléculas pequeñas”, señaló Serdio en entrevista.

El sensor fabricado por Serdio, quien actualmente se encuentra llevando a cabo su investigación en el Instituto Tecnológico de Tokio, permite ubicar proteínas relacionadas con el cáncer de manera individual, lo que acelera y brinda un diagnóstico de la enfermedad de forma más certera.

Los biosensores que componen al chip están fabricados para detectar la proteína ErbB2, asociada al cáncer de mama, sin embargo entre más biosensores se añadan al chip, se podría identificar una mayor cantidad de proteínas.

El objetivo de Serdio es llevar esta tecnología al usuario final, a través de un dispositivo similar a los que ya existen en el mercado para medir la glucosa de las personas con diabetes.

El investigador mexicano dijo que su desarrollo, a diferencia de los competidores, que aplican el mismo principio para detectar dichas moléculas, está muy avanzado, pues mientras su competencia necesita varias proteínas, apenas puede detectar algunas variaciones eléctricas, cuando en su caso, con una sola proteína se puede detectar la alteración.

“Los sensores son capaces de detectar lo que pasa con sólo una proteína. Esa es nuestra principal ventaja”, dijo Serdio
El especialista refirió que los sistemas de detección de proteínas y otros procesos, como radiografías, sólo dan pistas de la probabilidad de padecer cáncer.

Sobre la certeza de su desarrollo, Serdio prefirió no dar un porcentaje pues dijo que se encuentra en una etapa temprana de investigación, aunque aseguró que es más certero que los procesos actuales.

En las pruebas realizadas por el científico mexicano se logró tener resultados satisfactorios, sin embargo, reconoció que las pruebas se han hecho con muestras refinadas de sangre y el objetivo es que con una gota de sangre sin previo tratamiento se detecte el cáncer.
“Si pones una gota de sangre sobre el sensor, la certeza es un poco más baja, por eso es que queremos implementar un pequeño sistema microfluídico para tratar la muestra, antes de ponerla a interactuar con los sensores”, señaló.

Serdio y un socio se encuentran en pláticas para cerrar una ronda de financiamiento por alrededor de 1 o 2 millones de dólares que serían destinados a contratar a más personas y acelerar la investigación.
En una serie A, el mexicano buscaría recursos por 20 millones de dólares para llevar su desarrollo a una etapa comercial.

“Por el potencial de nuestro desarrollo no tenemos problemas por los recursos. Prevemos que el chip sea comercializado para el 2017”, estimó.


FUENTE: elfinanciero.com

lunes, 5 de octubre de 2015

Descubren cómo atrapar células de cáncer antes de que se propaguen

Investigadores del Instituto Crick Francis, en Reino Unido, y la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, han descubierto una nueva forma de potencialmente “encerrar” un tumor y ayudar a detener la propagación de células cancerígenas, según informa un artículo sobre su trabajo que se publica este jueves en ‘EMBO Reports’.

Los tumores hacen que las células llamadas fibroblastos den rigidez al tejido circundante de manera que las células cancerosas puedan agarrarse a ellos permitiéndoles pasar a través de la corriente sanguínea y extenderse por todo el cuerpo.

Sin embargo, el equipo de esta investigación demostró que al añadir fármacos experimentales se reprogramaron los fibroblastos, impidiendo que proporcionen rigidez al tejido alrededor de los tumores. Este tejido sano atrapa las células cancerosas, bloqueando su movimiento lejos del tumor.

Estos expertos mostraron en ratones que dirigirse a los fibroblastos redujo el movimiento de las células cancerosas del tumor a los pulmones y el hígado a través del torrente sanguíneo. “Esto podría ser una nueva y emocionante forma de aprovechar el potencial del tejido sano circundante para contener los cánceres y frenar los tumores agresivos, deteniendo la migración de las células del cáncer y su traslado a nuevos lugares en el cuerpo”, afirma el coautor principal del estudio, Erik Sahai, del Instituto Crick Francis.

A ello, la coautora Janine Erler, del Centro de Innovación e Investigación en Biotecnología (BRIC, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Copenhague, añade: “Es pronto, pero resulta una nueva vía de investigación muy prometedora. Si otros estudios muestran que esta ruta puede beneficiar a los pacientes, podría ayudar a romper uno de los retos más difíciles en la investigación del cáncer, la forma de detener la propagación de tumores”.

Como estos fibroblastos están presentes en todos los tumores sólidos, estos resultados pueden ser relevantes para muchos tipos de cáncer diferentes. “La terapia que probamos se utiliza para tratar las enfermedades inflamatorias y podría ser empleada para el tratamiento de pacientes con cáncer”, adelanta esta investigadora.

Según Nell Barrie, del Cancer Research UK, uno de los organismos que financió el trabajo, la mayoría de las muertes por cáncer se producen cuando las células cancerosas viajan a nuevos sitios en el cuerpo y crecen como tumores secundarios. “Sabemos que no sólo las células cancerosas juegan un papel en este proceso, otras células en y alrededor de los tumores también están involucradas”, recuerda.

“La buena noticia es que investigaciones como ésta tienen el potencial de descubrir nuevas maneras de impedir que el cáncer avance. En última instancia, esperamos que estos hallazgos puedan conducir a mejores formas de controlar la enfermedad y salvar más vidas”, concluye Barrie.


FUENTE: granadadigital.es