miércoles, 23 de marzo de 2016

Reducen más 70 % metástasis cerebral en cáncer de pulmón con la silibinina

Investigadores del Instituto Catalán de Oncología (ICO) de Girona han conseguido reducir en más de un 70 % la metástasis cerebral de pacientes con cáncer de pulmón gracias a la silibinina, una sustancia natural que se extrae del cardo borriquero, han informado fuentes del Instituto.

Los investigadores del ICO han descubierto que una sustancia natural, la silibinina, ha reducido entre un 70 y un 85 % la metástasis cerebral de dos pacientes con cáncer de pulmón avanzado y que habían recibido previamente quimioterapia y radioterapia, pero sin experimentar ninguna mejoría.

Con la silibinina, en cambio, ha mejorado su calidad de vida y han reducido sus lesiones cerebrales.

"De momento, hemos descubierto que tiene efectos paliativos pero no sabemos si aplicando el tratamiento en fases más precoces podríamos conseguir no sólo paliar, sino también curar", apunta Joaquim Bosch, oncólogo del Servicio de Oncología Médica del ICO Girona y colaborador del estudio.

La silibinina es una sustancia natural que se extrae de las semillas de la planta Silybum marianum, más conocida como cardo mariano o cardo borriquero.

Hace años que se estudian sus propiedades medicinales, pero no se conseguían resultados porque, suministrada por vía oral, el cuerpo absorbía muy poca cantidad.

Pero ahora, gracias a una nueva formulación de la farmacéutica Euromet Megafármac, los pacientes absorben más cantidad y, por lo tanto, notan sus efectos medicinales.

Los investigadores del ICO Girona -encabezados por Javier Menéndez, jefe del Laboratorio de Metabolismo y Cáncer- han probado el tratamiento en dos enfermos con metástasis cerebral de cáncer de pulmón, y en las últimas semanas han empezado con dos afectados más.

Se trata de pacientes con la enfermedad muy avanzada y a los que no se les puede ofrecer ningún otro tratamiento; y todos ellos han presentado claras muestras de mejoría, aunque los investigadores advierten de que sin más recursos ni más investigación no se pueden sacar conclusiones definitivas.

"Queremos entender cómo funciona y cómo podemos aplicarlo en otras enfermedades; y para ello necesitamos financiación", advierte Menéndez y, de hecho, el siguiente paso de su investigación está claro: elaborar un estudio clínico que permita comprobar con datos objetivos la efectividad de la silibinina en la lucha contra el cáncer.

Además, este descubrimiento abre la puerta a nuevas opciones de tratamiento para los pacientes con cáncer de pulmón, pero también podría tener aplicación en metástasis cerebrales de otros cánceres y en tumores cerebrales primarios como el glioblastoma multiforme.

El cáncer de pulmón es la primera causa de muerte por cáncer a nivel mundial. Un 30 % de los pacientes presentan metástasis en el cerebro a lo largo de su evolución, y estas metástasis son un reto médico porque los únicos tratamientos disponibles son la quimioterapia y la radioterapia, y tienen una actividad limitada.

Ahora, la silibinina se presenta como una nueva arma que podría acabar con las metástasis cerebrales.

Este descubrimiento es el fruto de varios años de trabajo, pues ya en el 2011 el ICO Girona inició una línea de investigación para explorar la actividad de la silibinina en el cáncer de pulmón, y en 2013 se presentaron varios estudios que demostraban que esta sustancia natural tenía actividad antitumoral en líneas celulares y ratones.


FUENTE: eldia.es

Prueba rápida para perfil genético exacto de tumores cerebrales

Los tumores cerebrales pueden ser analizados de manera rápida y exacta con una nueva prueba de próxima generación, de secuenciación genética, recientemente desarrollada. La prueba, llamada GlioSeq, ahora se está usando por los oncólogos para ayudar a guiar la planificación de los tratamientos de los cánceres cerebrales.

Históricamente, el diagnóstico de los tumores del sistema nervioso central (SNC) se ha basado principalmente en las características histopatológicas. Sin embargo, los pacientes con tumores morfológicamente idénticos pueden experimentar resultados clínicos y respuestas al tratamiento, diferentes debido a que las características genéticas subyacentes de los tumores, difieren.

Los científicos de las Facultades de Ciencias de la Salud de la Universidad de Pittsburgh (PA, EUA) y sus colegas, utilizaron GlioSeq, un análisis de próxima generación, de secuenciación genética, para ensayar 54 muestras de adultos y pediátricos de tumores cerebrales con el fin de detectar anomalías genéticas , incluyendo mutaciones puntuales, fusiones de genes, y las pequeñas inserciones y deleciones de genes que ya habían sido caracterizadas por otros medios. Los científicos utilizaron la secuenciación de próxima generación para identificar simultáneamente todas las alteraciones previamente conocidas, así como muchos marcadores genéticos adicionales en estos tumores. Esto proporcionó información importante sobre la clasificación de estos tumores, así como sobre posibles objetivos nuevos para la terapia.

Los equipos identificaron 30 genes con alteraciones genéticas encontradas en varias ocasiones en los tumores del sistema nervioso central y diseñaron grupos de cebadores de ADN para generar bibliotecas y secuenciar más de 1.360 puntos calientes relacionados con tumores del SNC de más de 13.000 puntos calientes de cáncer. El desempeño de la prueba GlioSeq fue evaluado en 54 muestras de tumores del SNC recolectadas entre 2012 y 2015, incluyendo 28 muestras fijadas en formol e incluidas en parafina (FFPE) y 26 tejidos de congelación. La preparación de la biblioteca de ADN y la secuenciación fueron exitosas en 54 de 54 (100%) de las muestras analizadas. Los investigadores compararon el costo de los reactivos de GlioSeq con el costo de los reactivos utilizando técnicas convencionales tales como la secuenciación de Sanger, la reacción en cadena de la polimerasa con transcripción reversa (RT-PCR), y una variedad de polimorfismos de un solo nucleótido, que son necesarios para poder detectar todos los tipos de alteraciones genéticas, y determinaron que los métodos convencionales costarían quince veces más que el análisis GlioSeq.

Frank S. Lieberman, MD, profesor de neurología, neurocirugía y oncología médica y coautor del estudio, dijo: “Esta prueba puede ayudar a guiar al médico y al paciente en la planificación del tratamiento, ya que la información molecular nos permite caracterizar con mayor precisión y con más confianza los tumores y predecir la supervivencia y la respuesta al tratamiento. Además, Glioseq facilita la identificación de opciones de estudios clínicos con las dianas moleculares adecuadas, así como en los casos en los que los fármacos dirigidos molecularmente están disponibles”. El estudio fue publicado el 17 de diciembre de 2015, en la revista Neuro-Oncology.


FUENTE: labmedica.es

Un ensayo clínico probará una nueva terapia contra el tumor cerebral más agresivo en progresión

Especialistas de la Clínica Universidad de Navarra han iniciado un ensayo clínico para probar la eficacia de un tratamiento combinado, dirigido a pacientes con el tumor cerebral más agresivo (glioblastoma) en progresión. La nueva terapia consiste en administrar al paciente, por vía intravenosa, un anticuerpo al que se le ha añadido un agente quimioterápico.

El anticuerpo se dirige contra las células tumorales que presentan una alteración molecular en el factor EGFR, que aproximadamente se manifiesta en la mitad de los casos de glioblastoma, según revela el doctor Jaime Gállego Pérez de Larraya, neurólogo de la Clínica Universidad de Navarra y coordinador del Área de Tumores Cerebrales del centro hospitalario.

El ensayo está impulsado por el grupo cooperativo de la EORTC (Organización Europea para la Investigación y el Tratamiento del Cáncer o European Organization for Research and Treatment of Cancer). En el trabajo participan numerosos centros europeos y un total de cuatro españoles, entre los que figura la Clínica.

Según estudios epidemiológicos, el glioblastoma tiene un impacto muy elevado en la mortalidad, con una incidencia anual entorno a 5 personas afectadas por este tumor de cada 100.000.

"El nuevo tratamiento es muy interesante -valora el neurólogo-, ya que consiste en administrar anticuerpos monoclonales que dirigen su acción contra las células tumorales con una alteración en el receptor EGFR". Hasta la fecha, se han desarrollado numerosos ensayos clínicos con anticuerpos "dirigidos contra este amplificador o receptor de factor de crecimiento epidérmico, pero ninguno ha dado un resultado eficaz", apunta el especialista.

En esta ocasión, se ha optado por una nueva vía terapéutica que tiene sus primeros antecedentes en el tratamiento del cáncer de mama. Según describe el doctor Gállego, lo que se va a hacer en este ensayo clínico es utilizar este mismo anticuerpo contra la alteración del EGFR. En este caso, se introduce la novedad de que el anticuerpo lleva asociado un agente quimioterápico (citotóxico). "De manera que, en el fondo, es como llevar selectivamente la quimioterapia a las células tumorales que presentan esta mutación genética pero sin lesionar ninguna célula sana", destaca.

El estudio es un ensayo clínico en fase II, de la EORTC, randomizado y dirigido a pacientes con glioblastoma en progresión.


FUENTE: La Vanguardia

viernes, 18 de marzo de 2016

Identifican el primer marcador bioquímico y molecular del glioblastoma


María Sánchez Osuna y Victor J. Yuste
Universitat Autònoma de Barcelona
Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED-ISCIII)

Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, en colaboración con el Hospital Universitario de Bellvitge/Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, la Universidad de Barcelona y el Instituto Catalán de Oncología han identificado un marcador bioquímico común en las células de glioblastoma, que consiste en una ausencia de degradación de su contenido genómico durante la apoptosis.

Los gliomas o tumores que afectan a las células de la glía, representan el 80% de los tumores cerebrales primarios malignos. Por desgracia, dentro de los gliomas, el glioblastoma o glioma de grado IV es el más común. Debido a su alta capacidad invasiva y su elevada tasa de crecimiento descontrolado, el glioblastoma es un tumor muy difícil de tratar. De hecho, aunque la combinación de la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia ha conseguido alargar la esperanza de vida de los pacientes hasta los 2 años aproximadamente, los tratamientos actuales son incapaces de proporcionar una cura definitiva para estos pacientes.

En el estudio, los investigadores analizaron cómo células provenientes de 11 pacientes diferentes reaccionaban a estímulos citotóxicos. Independientemente de las mutaciones particulares que exhibían las células analizadas, todas las células de glioblastoma resultaron incapaces de degradar su ADN durante la apoptosis. La apoptosis es el tipo mas conocido de muerte celular programada y, además, constituye la vía principal a través de la cual, tanto la radiación como los fármacos anticancerígenos destruyen las células tumorales. Durante la apoptosis, la correcta activación de las caspasas permite que el contenido celular sea integrado en los denominados cuerpos apoptóticos para su posterior eliminación por parte de las células del sistema inmune o de células vecinas. Para ello, el material genético necesita ser degradado en fragmentos de bajo peso molecular y empaquetarse correctamente, una tarea que depende de la acción de la enzima con actividad endonucleásica DFF40/CAD (del inglés, DNA Fragmentation Factor 40 KDa subunit / Caspase-Activated DNase). Los investigadores vieron que, a pesar de que la mayoría de las células de glioblastoma eran capaces de activar correctamente las caspasas después de ser expuestas a estímulos citotóxicos, la actividad de la endonucleasa DFF40/CAD en las células tumorales era limitada. Esto se debía no sólo a que la enzima estuviera extrañamente localizada en el núcleo y no en el citoplasma ya antes del tratamiento, sino también porque sus niveles de expresión eran muy bajos. Así, la expresión forzada de DFF40/CAD, la cual incrementaba la cantidad de proteína disponible en el citoplasma, el compartimento subcelular donde tiene lugar la activación de las caspasas, provocó que las células recuperasen su capacidad de degradar el ADN durante la apoptosis.

Una vez obtenidos estos resultados, los investigadores realizaron un estudio histológico mediante inmunohistoquímica. Después de analizar la expresión de DFF40/CAD en diferentes muestras de gliomas concluyeron que los niveles de expresión de la endonucleasa en los gliomas son inferiores a los observados en tejido cerebral de personas sanas. De hecho, estos resultados también se observaron al comparar los niveles de expresión de la proteína en tejido tumoral y no tumoral dentro de un mismo paciente, lo cual parecería indicar que la bajada de expresión de DFF40/CAD podría estar relacionada con el proceso de gliomagénesis.

A pesar de los esfuerzos realizados durante la ultima década, hasta ahora no se había encontrado ningún defecto genético ni bioquímico común en el glioblastoma. Los bajos niveles de expresión de la endonucleasa DFF40/CAD y la ausencia de degradación apoptótica del ADN, en fragmentos oligonucleosomales o de bajo peso molecular, constituyen, respectivamente, el primer marcador molecular y bioquímico de este tumor, lo que hace pensar en su posible relevancia de cara a entender su agresividad. Aunque este estudio es algo preliminar, los investigadores se encuentran esperanzados y confían que estos resultados sienten las bases de tratamientos más eficaces en el futuro.


FUENTE: revistageneticamedica.com

miércoles, 16 de marzo de 2016

DISEÑAN BISTURÍ INTELIGENTE QUE LOCALIZA TUMORES CANCERÍGENOS EN EL CEREBRO

Extraer un tumor del cerebro es una tarea delicada, y si no se extirpa de forma adecuada puede traer consecuencias catastróficas, como dañar alguna función cerebral, motriz o de control de algún órgano vital. Con el objetivo de hacer esta labor más precisa, el mexicano David Oliva Uribe diseñó desde Bruselas, Bélgica, un “bisturí inteligente” que determina si un área es sana o tumorosa.

El artefacto está diseñado para usarse en la sala de operaciones, cuando ya se diagnosticó un tumor en el cerebro y la única solución es quitarlo. La herramienta tiene el tamaño de un bisturí, pero la punta es esférica y de un diámetro menor a un milímetro.

El prototipo fue probado en tumores artificiales y tejido cerebral porcino, donde se obtuvieron excelentes resultados y demostró la viabilidad de entrar a la fase de pruebas con humanos.

Cuenta con sensores integrados que al momento de pasarlo por la superficie avisa al neurocirujano mediante indicadores visuales y/o auditivos el estado del tejido, afín de no distraer. Los resultados se obtienen en menos de medio segundo, y como consecuencia se ahorra tiempo vital durante la operación.

“A pesar de que las técnicas de escaneo de imagen como la resonancia magnética y el ultrasonido localizan un tumor de manera precisa antes de la operación, durante la apertura craneal y a lo largo del procedimiento quirúrgico hay muchos factores que pueden llevar a la pérdida de esta posición, por ello la resección (remover un tumor) depende de la experiencia, sentidos de vista y tacto del cirujano”, explicó el maestro en mecánica, egresado del Tecnológico de Monterrey.

Durante la cirugía, el médico sólo tiene dos formas de reconocer los bordes de un tumor; por medio de la observación del microscopio o las herramientas de manipulación del tejido, con las cuales se pierde sensibilidad de textura del cerebro, de ahí la importancia de contar con un instrumento de precisión que tenga mayor sensibilidad que el tacto del cirujano.

Oliva Uribe, expresidente de la Red de Talentos Mexicanos en el Exterior, capítulo Bélgica, explicó que el instrumento está diseñado para localizar tumores en fase temprana, momento en que es visible a través de la resonancia magnética pero en la sala de operaciones no, debido a que su característica física es semejante a la del tejido sano, lo que dificulta diferenciarlo.

Durante seis años se ha desarrollado el diseño del dispositivo, la parte mecánica y de sensores se realizó en la Universidad de Hannover, Alemania y hospitales especializados en neurocirugía, y el procesamiento digital en la Universidad Libre de Bruselas, Bélgica (VUB).
  
Tecnología para instrumentos médicos

Oliva Uribe detalló que la tecnología de los sensores puede hacerse miniatura y adaptarse para detectar tumores en otras áreas del cuerpo, como de estómago o intestino, donde es necesario introducir un aparato diminuto llamado endoscopía para evaluar el tejido y extraer el área maligna.

Además, es posible extenderlo en la aplicación de cirugías asistida por robots, porque la tecnología del sensor tiene la calidad para dar autonomía a estos aparatos de teleoperaciones.


FUENTE: Investigación y Desarrollo

Una imagen perfecta en medio de una operación

La Clínica Universidad de Navarra inaugura un complejo quirúrgico dotado de una resonancia magnética de alto campo que permite ver el resultado de una intervención de tumores cerebrales en tiempo real.

Imágenes del cuerpo humano en toda su definición, que se pueden girar para poder ver todos los ángulos de la zona determinada. Y, sobre todo, en tiempo real. Esa es la última novedad que ha presentado hoy la Clínica Universidad de Navarra (CUN), que ha invertido tres millones y un año de obras para poder contar una nueva zona quirúrgica, con tres salas, dotada de una resonancia magnética de alto campo (3 teslas) y dos equipos de hemodinámica y arteriografía robotizados de última generación Artis Zeego, capaces de realizar imágenes intravasculares o de tomografía con reconstrucción en 3D. Todo el equipamiento ha sido desarrollado por Siemens.

Esta inversión convierte a la CUN en el único centro de España con una resonancia magnética de alta resolución y la única de Europa en que esta parte está integrada en la zona de intervenciones. Una gran ventaja para los neurocirujanos, que son los principales beneficiarios de esta nueva tecnología, ya que pueden parar en un momento determinado la operación, trasladar al paciente, hacerle una resonancia y ver cuánto tumor se ha podido retirar en el mismo momento a través de las propias pantallas instaladas en el quirófano. "En la resonancia se ve mejor todo que con los propios ojos", ha señalado el doctor Ricardo Díez Valle, neurocirujano y coordinador del Área de Tumores Cerebrales de la CUN.

Una imagen que puede estar en quince minutos o media hora, según ha apuntado el neurorradiólogo José Luis Zubieta, "dependiendo de si el neurocirujano quiere ver una zona concreta o no". "Confirma en tiempo real todo, antes de terminar la cirugía", añade, lo cual repercute de forma notable en el paciente. En el caso de las intervenciones de tumores cerebrales, esta tecnología permite saber en qué momento está la lesión, ya que el cráneo solo permite estudios de imagen preoperatoria con la cavidad cerrada. "Cuando en el quirófano el neurocirujano interviene en el cráneo, la lesión se modifica y desplaza cambiando su localización respecto al estudio previo", matiza.

Esta nueva resonancia magnética ha destapado el interés de otros departamentos de la Clínica Universidad de Navarra. Así, además de tumores cerebrales, se quiere probar en otros campos de la oncología; también se pueden realizar en las nuevas instalaciones intervenciones urológicas como biopsias de próstata guiadas, terapia focal con ultrasonidos (la aplicación de un haz de ultrasonido de alta frecuencia en las próstata para producir destrucción celular de las células objetivo). También puede ser para traumatología. "Para un tobillo fracturado complejo, se puede hacer una especie de escáner ya que la máquina lo permite. O para cirugía máximo facial", ha apuntado el doctor Díez. "Estoy nos va a obligar a seguir evolucionando", ha apuntado Alberto Martínez, director de Diagnóstico por Imagen y Terapias Avanzadas de Siemens Healthcare. "La unión de la imagen y la cirugía va a ser el futuro", ha añadido.

En cuanto a los dos quirófanos híbridos, estas nuevas instalaciones de alta tecnología permite realizar un a cirugía mínimamente invadida de máxima precisión. Se trata de los sistemas de angiografia más modernos (sistemas para ver los vasos sanguíneos) con capacidad para obtener imágenes en 2D y 3D sin necesidad de mover al paciente. Uno de estos quirófanos está destinado para intervenciones de hemodinámica y otro para para radiología vascular intervencionista y de cirugía vascular. Para estas salas, que destacan por su baja dosis de radiación y pantallas de 60 pulgadas, están destinados siente especialistas y doce profesionales de enfermería.


FUENTE: El Correo

martes, 15 de marzo de 2016

Un tratamiento experimental se muestra eficaz frente al cáncer cerebral infantil más común

El meduloblastoma es un tipo de cáncer maligno que se desarrolla en el cerebelo y que, aun ciertamente infrecuente, afecta fundamentalmente a la población infantil. De hecho, y si bien se estima que su incidencia anual es de solo 5-10 casos por cada millón de niños con edades entre los 0 y los 14 años, el meduloblastoma se corresponde con el cáncer maligno cerebral más común entre los menores. De ahí la importancia, crucial, de desarrollar nuestros tratamientos para este tipo de cáncer, en el que los avances no son tan significativos como los alcanzados en otras enfermedades oncológicas. Sin embargo, investigadores del Instituto de Investigación Médica Sanford Burnham Prebys en La Jolla (EE.UU.) parecen haber descubierto un nuevo tratamiento eficaz frente a esta devastadora enfermedad.

Como explica Robert Wechsler-Reya, director de esta investigación publicada en la revista «Cancer Cell», «nuestro objetivo era identificar fármacos con una toxicidad mínima y que pudieran ser trasladados rápidamente desde el laboratorio a la clínica, en la que se requieren opciones terapéuticas de forma desesperada. Y ahora hemos identificado un nuevo componente que, utilizado junto a un segundo fármaco, inhibe el crecimiento tumoral tanto in vitro como in vivo».

Tumor maligno cerebral
A día de hoy, el meduloblastoma se clasifica en cuatro subtipos: subtipo WNT, subtipo SHH, grupo 3, y grupo 4. Y frente al resto de subtipos, los tumores del grupo 3 se asocian a un peor pronóstico, por lo que tan solo un 40% de los afectados sobrevive a largo plazo –frente a un 80% en los otros tres subtipos–. La razón para esta menor supervivencia se explica por la alta activación del oncogen ‘MYC’ en el grupo 3, que provoca que las células se dividan de manera incontrolable y acaben formando tumores.

En el estudio, los investigadores utilizaron un modelo animal –ratones– de tumores del grupo 3 y observaron que la combinación de inhibidores de la histona deacetilasa (HDACI) e inhibidores de la fosfoinositol 3-quinasa (PI3KI) logran erradicar, cuando menos potencialmente, las células tumorales del meduloblastoma tanto en ratones como en humanos. Un efecto, además, que resulta muy poco tóxico para las células sanas.

Como apunta Yanxin Pei, co-autora de la investigación, «nuestros resultados han identificado distintos HDACI capaces de erradicar las células de meduloblastoma activadas por el ‘MYC’ sin dañar a las células sanas. Además, el más potente de estos inhibidores, denominado ‘panobinostat, ya está siendo evaluado en ensayos clínicos para otros tipos de cáncer. Pero aún no ha sido testado en el meduloblastoma».

Y en este contexto, como destaca Kun-Wei Liu, co-autor del estudio, «distintos estudios previos han demostrado que ‘panobinostat’ actúa promoviendo la actividad del gen ‘FOXO1’, que interfiere con el oncogen ‘MYC’. Así, y dado que es conocido que los PI3KI también activan el gen ‘FOXO1’, creemos que combinar ‘panobinostat’ con un PI3KI puede tener un efecto sinérgico a la hora de bloquear la supervivencia de las células tumorales. De hecho, hemos visto que, frente a otros fármacos, esta combinación terapéutica mejora significativamente la supervivencia de los ratones con tumores humanos del oncogen ‘MYC’».

Necesidad de ensayos clínicos
El beneficio asociado al ‘panobinostat’ ha podido ser demostrado, cuando menos en modelos animales, gracias al empleo en este estudio del denominado ‘cribado farmacológico de alto rendimiento’, un método que permite evaluar cientos, cuando no millares, de compuestos químicos para identificar moléculas biológicamente activas. Así, el siguiente paso será constatar si el uso de este compuesto en combinación con los PI3KI es eficaz en seres humanos. Y para ello, se requiere la realización de ensayos clínicos, lo cual no resulta fácil.

Como concluye Robert Wechsler-Reya, «por lo general, los ensayos clínicos para el meduloblastoma suponen un reto dada el limitado número de pacientes. Además, la variabilidad de la enfermedad conlleva a que muchas terapias tan solo sean efectivas en un subtipo de pacientes. Así, el objetivo principal debe ser descubrir qué pacientes responderán a cada tratamiento, por lo que necesitamos terapias basadas en la genética del tumor. Es decir, la consabida ‘medicina personalizada’, pues así podríamos lograr un enorme impacto sobre los pacientes con esta enfermedad».


FUENTE: abc.es

jueves, 10 de marzo de 2016

¿Qué es la epilepsia?

La epilepsia es un trastorno cerebral en el cual una persona tiene crisis epilépticas o convulsiones repetidas durante un tiempo. Estas crisis epilépticas se caracterizan por ser episodios de actividad descontrolada y anormal de las neuronas que puede causar cambios en la atención o el comportamiento.

Médicamente, la epilepsia ocurre cuando los cambios permanentes en el tejido cerebral hacen que el cerebro esté demasiado excitable o irritable. Como resultado de esto, el cerebro envía señales anormales, lo cual ocasiona convulsiones repetitivas e impredecibles.

La epilepsia puede deberse a un trastorno de salud o a una lesión que afecte el cerebro o la causa puede ser desconocida (idiopática). Pero dentro de las causas comunes de epilepsia podemos encontrar: por un Accidente cerebrovascular (ACV), el mal de Alzheimer, lesión cerebral traumática, infecciones, anomalías congénitas, trastornos metabólicos, tumores cerebrales y vasos sanguíneos anormales en el cerebro.

Las crisis epilépticas por lo regular empiezan entre las edades de 5 y 20, pero pueden suceder a cualquier edad.

Síntomas

Los síntomas varían de una persona a otra. Algunas personas pueden tener simples episodios de ausencias. Otras tienen pérdida del conocimiento y temblores violentos. El tipo de convulsión o crisis epiléptica depende de la parte del cerebro afectada.

La mayoría de las veces, la convulsión es similar a la anterior. Algunas personas con epilepsia tienen una sensación extraña antes de cada convulsión. Estas sensaciones pueden ser hormigueo, sentir un olor que realmente no existe o cambios emocionales. Esto se denomina aura.

Tratamiento

El tratamiento para la epilepsia incluye tomar medicinas, cambios en el estilo de vida y en ocasiones cirugía. Si la epilepsia se debe a un tumor, vasos sanguíneos anormales o sangrado en el cerebro, la cirugía para tratar estos trastornos puede detener dichas crisis.

Las medicinas para prevenir las convulsiones, llamadas anticonvulsivos, pueden reducir la cantidad de crisis futuras.

La epilepsia que no mejora después de haber probado dos o tres fármacos anticonvulsivos se denomina "epilepsia resistente al tratamiento". En este caso, el médico puede recomendar una cirugía para extirpar las células cerebrales anormales que causan las convulsiones o colocar un estimulador del nervio vago (ENV). Este dispositivo es similar a un marcapasos cardíaco. Puede ayudar a reducir la cantidad de convulsiones.

Expectativas y tratamiento

Es probable que algunas personas con epilepsia puedan reducir o incluso suspender sus medicamentos anticonvulsivos después de no tener ninguna convulsión durante varios años. Ciertos tipos de epilepsia en la niñez desaparecen o mejoran con la edad, por lo regular a finales de la adolescencia o hacia los 20 años.

Para muchas personas, la epilepsia es una afección de por vida. En estos casos, es necesario continuar con los fármacos anticonvulsivos.


FUENTE: lanacion.com.ar

miércoles, 9 de marzo de 2016

Qué es y cómo funciona la inmunoterapia, el tratamiento que Jimmy Carter dice le curó el cáncer

El expresidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, dio por concluida su batalla contra el cáncer y aseguró que, según sus médicos, ya no necesitará continuar con el tratamiento.
Carter, de 91 años, reveló que sufría cáncer en agosto de 2015: un melanoma que se le había propagado al cerebro.
Y los oncólogos decidieron tratarlo con radiaciones focalizadas en los tumores y un medicamento para reforzar su sistema inmunológico.
El exmandatario estuvo seis meses recibiendo el tratamiento, conocido como inmunoterapia.
Y luego de anunciar, en diciembre pasado, que estaba libre de cáncer, este fin de semana dio más buenas noticias.
"(La semana pasada) me hicieron una resonancia magnética durante dos horas y diez minutos, y los doctores determinaron que no necesitaba más tratamiento", informó el exmandatario durante unas clases de catequesis que imparte semanalmente en una iglesia bautista de su ciudad natal: Plains, Georgia.
Pero, ¿cuál fue el tratamiento seguido por Carter? y ¿qué riesgos implica?
Inmunoterapia
"Se llama inmunoterapia y, básicamente, eliminó los obstáculos para que mi propio sistema inmunitario pueda luchar contra el cáncer", explicó el mandatario.
"Es algo complicado, pero ha funcionado muy bien para mí", aseguró.
Y la interrupción del tratamiento fue confirmada por la portavoz del Centro Carter, Deanna Congileo, quien le explicó a ABC News que el expresidente norteamericano "continuará haciéndose chequeos y lo reanudará si fuera necesario".
¿Qué es el melanoma cerebral que padece Jimmy Carter y cómo se extiende?
El tratamiento del exmandatario todavía puede calificarse como experimental y está basado en un medicamento llamado pembrolizumab, que se comercializa bajo el nombre de Keytruda.
Su uso para pacientes con melanoma fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) en septiembre de 2014, aunque ya se utilizaba desde 2011 para otros tipos de cáncer.
Tal y como explicó la FDA cuando aprobó su uso en 2014, "es una técnica revolucionaria porque las pruebas clínicas preliminares mostraron que el fármaco puede ofrecer una mejora sustancial en comparación con las terapias disponibles".
Jimmy CarterImage copyrightGetty
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El expresidente, de 91 años, reveló que tenía cáncer en agosto de 2015.
"Lo que estas medicinas hacen es que el sistema inmunológico pueda ver la presencia del tumor y reaccionar contra éste", explicó a BBC Mundo Jose Lutzky, oncólogo del Mount Sinai Medical Center en Miami (EE.UU.), cuando Carter reveló su enfermedad.
Y, en ese momento (agosto de 2015), el especialista ya calificaba a la nueva terapia como "un avance muy importante" y aseguraba que estaba dando "buenos y duraderos resultados".
El descubrimiento del "talón de Aquiles" del cáncer que podría abrir la puerta a nuevos tratamientos
Combatiendo las células T
Las posibilidades de la inmunoterapia, sin embargo, deben ser puestas en perspectiva.
Este tipo de terapias biológicas son muy prometedoras, aunque puede que no sean beneficiosas para todos los pacientes
Martin Ledwick, enfermero jefe de comunicación de Cancer Research UK,
Según el centro británico dedicado a la investigación del cáncer, Cancer Research UK, se trata de un tratamiento para aquellos melanomas "que ya se propagaron y que no pueden eliminarse con cirugía".
Aunque según fuentes de la fundación, "también se utiliza como parte de ensayos clínicos para tratar otros tipos de cáncer".
Según los oncólogos del centro británico, "este tipo de tratamiento estimula el sistema inmunológico para combatir las células cancerosas".
Martin Ledwick, enfermero jefe de comunicación de Cancer Research UK, le contó a BBC Mundo que "el pembrolizumad es unas de las nuevas terapias biológicas disponibles en el sistema de salud inglés (NHS) para tratar el melanoma avanzado".
"Este tipo de terapias biológicas son muy prometedoras y, aunque puede que no sean beneficiosas para todos los pacientes, están proporcionando uno de los desarrollos más prometedores para el tratamiento del melanoma en muchos años".
Concretamente, permite localizar y bloquear una proteína llamada PD-1 que se encuentran en las células del sistema inmunológico, llamadas linfocitos T o células T.
De hecho, cada vez son más las terapias experimentales para combatir este tipo de células a través del sistema inmunológico. Y los resultados parecen estar siendo muy satisfactorios.
Lo que se sabe de la prometedora terapia contra el cáncer que logró remisión en hasta un 94% de casos
Además, en el caso del fármaco que posibilitó la cura de Carter, los expertos aseguran que se trata de una medicación menos tóxica que la quimioterapia.
"Estas medicinas tienen un espectro de efectos secundarios muy tolerables", dijo Lutzky.
Aunque, según los especialistas, también puede tener algunas contrapartidas.
Efectos secundarios
Efectivamente, ciertas investigaciones mostraron que el pembrolizumab, que se administra en forma de inyección intravenosa, puede causar reacciones en el colon, el hígado o los pulmones.
Además, algunos de los efectos secundarios –experimentados en más del 10% de los pacientes, según Cancer Research UK– son la fatiga y el cansancio, reacciones en la piel, diarrea, naúseas y dolor en las articulaciones.
Otros efectos –que experimentan menos del 10% de los pacientes– son pérdida de apetito, mareos, dolor en el pecho y pérdida del cabello.
Y los médicos desaconsejan el uso de este fármaco para mujeres embarazadas.
Además, todavía están tratando de determinar por cuánto tiempo puede el tratamiento lograr que nuestro sistema inmunológico continúe luchando.
Según explicó a BBC Mundo Marco Gerlinger, oncólogo del Institute of Cancer Research de Londres, "el éxito de la inmunoterapia se produce de forma bastante inesperada, tras décadas de investigación".
"Este tipo de terapias son excpecionalmente exitosas en algunos pacientes e incluso pueden haberlos curado", dijo el experto.
"Funcionan especialmente bien en algunos tipos de cáncer que se consideran muy resistentes a otros tratamientos, como es el caso del melanoma de Jimmy Carter",
Enfoque personalizado
Estamos comenzando a comprender que la interacción entre el sistema inmunológico y las células cancerosas es bastante compleja
Marco Gerlinger, oncólogo del Institute of Cancer Research de Londres
Gerlinger asegura, no obstante, que "el dilema al que nos enfrentamos ahora es que muchos tipos de tumor no se benefician de la inmunoterapia".
"Estamos invirtiendo un gran esfuerzo en investigación para comprender por qué algunos tipos de cáncer responden (a la inmunoterapia) y por que otros son resistentes, y si podemos reeducar al sistema inmunológico para atacar a estos últimos".
Según el oncólogo, algunos de los estudios que se están haciendo incluyen el desarrollo de vacunas personalizadas o de medicamentos para activar el sistema inmunológico y lograr que éste ataque las células del cáncer.
"Estamos comenzando a comprender que la interacción entre el sistema inmunológico y las células cancerosas es bastante compleja".
Y advirtió: "Es poco probable que el mismo método de inmunoterapia funcione para todos los pacientes, y podríamos necesitar un enfoque mucho más personalizado".
Y Charlotte Libov, experta en tratamientos contra el cáncer y autora del libro Cancer Survival Guide ("Guía para sobrevivir al cáncer"), asegura que, a pesar del "inusual éxito" del tratamiento en el expresidente Carter, "es demasiado temprano para determinar si este tipo de tratamientos, la inmunoterapia, funciona realmente, porque es muy nuevo".
Aunque reconoce que "la buena noticia es que el anuncio de Carter ofrece esperanza a los enfermos de cáncer, especialmente teniendo en cuenta la edad del expresidente".


FUENTE: bbc.com