Un nuevo medicamento de la
biotecnología cubana para el tratamiento de tumores de piel no-melanomas,
también con resultados favorables en estudios clínicos en el manejo de tumores
cerebrales malignos y carcinoma renal, obtendrá su registro médico a mediados
de 2016. El Heberferon, del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología
(CIGB), es otro nuevo y efectivo candidato para el tratamiento del cáncer en
Cuba y en el mundo.
Según el Doctor en Ciencias
Biológicas Iraldo Bello Rivero, del Departamento de Ensayos Clínicos del CIGB,
el Heberferon elimina o reduce la masa tumoral, lo que lo convierte en un
medicamento relevante y muy necesario dentro de la medicina cubana.
Con este fármaco se logra una
respuesta antitumoral más rápida y prolongada que la obtenida con la
utilización de interferones por separado, lo que demuestra un potencial
biológico superior, explica Bello.
Los interferones (IFns) son
proteínas producidas naturalmente por el sistema inmunitario de los animales,
en su mayoría, como respuesta a agentes patógenos como células cancerígenas o
virus.
Sobre el nuevo medicamento, Bello
Rivero detalla que se utiliza en el tratamiento efectivo del carcinoma baso
celular, carcinoma espinocelular y micosis fungoides (tumores de piel
no-melanomas), de cualquier tamaño y localización, aunque también se incluyen
otros tumores bajo investigación. Su aplicación se realiza en conjunto con otros procederes, quirúrgicos o
no (quimioterapia y/o radioterapia).
Para conocer la importancia del
manejo de estas afecciones habría que conocer que, de manera general, el
carcinoma es el tipo más común de cáncer y se origina en células epiteliales o
glandulares de tipo maligno.
Específicamente, el carcinoma baso
celular es una neoplasia de células no queratinizantes que se origina en la
capa basal de la epidermis. Este es el cáncer más frecuente de la especie
humana, representa el 75% de todos los cánceres de piel, excluyendo los
melanomas.
Según los diccionarios médicos, la
neoplasia es la formación anormal en alguna parte del cuerpo de un tejido nuevo
de carácter tumoral, benigno o maligno, y la queratización es el proceso por el
que las células epiteliales son reemplazadas por tejido córneo.
En el caso del carcinoma
espinocelular, el segundo más habitual, es una neoplasia de las células
queratinizantes, que pueden mostrar características malignas, incluyendo
crecimiento rápido, invasión local y potencial metastásico.
Mientras, la micosis fungoides es un
trastorno progresivo, crónico y no contagioso de la piel.
El investigador explica que el
Heberferon elimina o reduce los
carcinomas baso celulares (CBC) y el carcinoma espino celular (CEC) en las
primeras semanas de tratamiento, durante las cuales la respuesta positiva en
pacientes es del 83% aproximadamente. Por otra parte, la farmacodinamia (acción
de los medicamentos y sus efectos en el organismo vivo) del Heberferon en
pacientes con micosis fungoides es superior a la de los interferones por
separado.
Se aplica, a través de inyecciones
intratumorales y/o intradérmicas, con una frecuencia de tres veces semanales a
lo largo de tres semanas.A partir de aquí, la evaluación final se realiza en la
semana 16 después de iniciado el tratamiento.
Con reacciones adversas
mayoritariamente leves y reversibles, el tratamiento con Heberferon consiste en
la combinación de los interferones alfa 2b y gamma recombinantes en
proporciones sinérgicas de actividad anti-tumoral, explica el Doctor en
Ciencias Biológicas.
El
efecto sinérgico se logra al administrar dos o más fármacos que dan como
resultado efectos combinados, que resultan ser mayores que aquellos que podrían
haberse alcanzado si alguno de los medicamentos se administrara solo.
Dentro de las múltiples ventajas del
nuevo medicamento del CIGB, el efecto anti-angiogénico es considerado como una
de las más relevantes. Esto se traduce en la inhibición de la vascularidad del
tumor a través de un agente químico o biológico que inhibe o reduce la
formación de nuevos vasos sanguíneos a partir de vasos preexistentes.
A esta se le suma su carácter
anti-proliferativo mediante una sustancia que impide la reproducción de células
cancerosas. De igual manera, evita complejas cirugías en la zona alrededor del
ojo y sus secuelas.
El Heberferon también ejerce efectos
a distancia cuando las lesiones cercanas o en el entorno de la que se trata se
reducen o se eliminan. Por otra parte, se puede emplear en pacientes con
lesiones no apropiadas para la cirugía, con potencial de deformidades
importantes, o perdida de órganos. Además, tiene una aplicación pre-quirúrgica
para reducir masa tumoral, y post-quirúrgica para eliminar tumor residual y
evitar recurrencia.
Más allá de tratar las afecciones,
la principal prioridad dentro de la atención médica, el Heberferon contribuye a
mejorar la estética del paciente con este tipo de afecciones. Por tanto, en su
conjunto, permite mejorar la calidad de vida de los enfermos.
En la actualidad, nuevos estudios en
pacientes con carcinomas basocelulares están en curso para optimizar el uso del
medicamento. A partir del paso del Heberferon al cuadro básico de medicinas del
país, el próximo año se iniciará su proceso de comercialización en el exterior.
FUENTE: www.cubacontemporanea.com
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