Las células tumorales utilizan la
glucosa como fuente de energía para crecer y desarrollarse. Un estudio con
participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha
demostrado que el bloqueo de la glicólisis –mecanismo molecular que permite
extraer la energía de la glucosa– influye en la división de las células
tumorales. El trabajo, que se publica en la revista Nature Cell Biology, indica
que este bloqueo podría ser efectivo para el tratamiento del cáncer en
combinación con agentes quimioterapéuticos como el taxol.
Una de las características de las
células cancerígenas es su capacidad para dividirse de manera incontrolada y
casi ilimitada. Por eso, los científicos se plantearon en este estudio,
dirigido por el investigador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas
Marcos Malumbres, la forma en que las células tumorales consiguen la energía
para mantener su alto ritmo de división.
El CSIC ha colaborado mediante el
estudio del metabolismo energético y la demostración de la importancia de la
mitofagia, proceso celular que se encarga de la degradación y del reciclaje
selectivo de las mitocondrias, en la supervivencia de las células cuando estas
están detenidas en mitosis, es decir, el proceso de división celular en el que
se reparte el material genético de la célula madre a las hijas.
La muerte de la célula tumoral por
inanición
Para frenar la división de las
células cancerígenas, una de las estrategias empleadas es la detención de la
mitosis. Durante la mitosis, muchos procesos celulares están detenidos y, sin
embargo, se produce un importante gasto energético. "Cuando se para la
mitosis hay una pérdida rápida en la producción mitocondrial de energía. Y para
superar esta situación de estrés, la célula pone en marcha estrategias para su
supervivencia", apuntan los investigadores del CSIC Patricia Boya y
Eduardo Rial, del Centro de Investigaciones Biológicas.
Con los tratamientos de
quimioterapia que detienen la mitosis, como ocurre con el taxol, las células
tumorales incrementan las necesidades de glucosa. El estudio señala que si se
bloquea la glicólisis se potenciaría el efecto anticancerígeno de los fármacos,
ya que las células cancerígenas morirían de inanición al no poder obtener
energía para realizar sus funciones vitales.
Tomando como modelos células de
cáncer de mama y ratones, los autores de trabajo han demostrado que si se
utiliza una terapia combinada en la que se detenga la mitosis en las células y
se ataquen los procesos que permiten su supervivencia, se aumentará
notablemente la eficacia del tratamiento.
Junto al CSIC, en el estudio han
participado el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, el Instituto de
Investigación Biomédica Barcelona, la Universidad Complutense de Madrid, la
Universidad de Santiago de Compostela y la Universidad de Boston (EE. UU.).
FUENTE: ileón.com
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