lunes, 4 de enero de 2016

2015: Más pasos de gigante para vencer al cáncer


Estos son solo algunos ejemplos de la batalla que la ciencia libra contra el cáncer, seleccionados por EFEsalud, y en muchos de ellos participan grupos de investigación españoles:

Inmunoterapia

Activar o quitar los frenos del sistema inmunológico para que combata a las células cancerígenas ya es una realidad en cánceres como el melanoma o los de la sangre. Pero cada año la precisión en los tratamientos es mayor y, sobre todo, intentan llegar a nuevos tipos tumorales.

Y este es el caso del cáncer de pulmón, que hasta ahora se resistía a la inmunoterapia. Este año se han aprobado ya fármacos inmunomoduladores (nivolumab y pembrolizumab) contra el tumor de pulmón no microcítico, en el subtipo no escamoso, que se da en 2 de cada 3 casos de uno de los cánceres más mortales y frecuentes.

Una terapia inmunológica que ha demostrado aumentar supervivencia en los pacientes que ya han recibido quimioterapia. Además, se está estudiando su efecto en primera línea en lugar de la quimioterapia al ser tratamientos muy prometedores con unos efectos tóxicos diferentes.

La inmunoterapia también se investiga como opción para otros cánceres como el gástrico, el de hígado o el de colon. En este último, “se están investigando múltiples moléculas como pembrolizumab, tremelimumab, nivolumab, ipilimumab, urelumab y otros muchas; y para alguna de ellas tal vez debamos seleccionar mejor a los pacientes tratados, posiblemente los que presentan inestabilidad de microsatélites”, explica Aitana Calvo, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Terapias dirigidas

Otra de las vías de investigación en auge es el hallazgo de nuevos anticuerpos monoclonales que se dirigen contra los antígenos o marcadores de la célula tumoral disminuyendo así el daño en las células sanas y los inhibidores de las vías de activación que inhiben la proliferación celular y permiten la muerte de las células dañadas impidiendo así que se multipliquen.

Así, este año se han presentado tres anticuerpos monoclonales en menos de un mes que han revolucionado el tratamiento contra el mieloma, un tipo de cáncer de médula ósea producido por una degeneración del ADN de las células plasmáticas para el que apenas había terapia farmacológica y que es prácticamente incurable.

También se han visto ensayos mes de diciembre en la reunión de la Sociedad Americana de Hematología (ASH por su siglas en inglés) relativos al inhibidor midostaurina, una esperanza contra la leucemia mieloide aguda, la más grave, después de una década sin nuevos fármacos, o el Estudio Green que prueba que el obinutuzumab combinado con quimioterapia que contribuye en la leucemia linfática crónica a eliminar gran parte de las células cancerosas.

Vacunas terapéuticas

Otras estrategias terapéuticas novedosas y prometedoras que se están investigando son las vacunas terapéuticas contra los antígenos tumorales, produciendo una respuesta inmune que permita reconocer y destruir las células tumorales, prevenir que el tumor vuelva a desarrollarse (gracias a la “memoria” del sistema inmune) o eliminar los restos de células tras otros tratamientos.

Otras áreas de investigación importantes serían los tratamientos con virus oncolíticos, que infectan preferentemente las células tumorales ya sea de forma natural o mediante modificaciones producidas en el laboratorio para que se dirijan contra antígenos específicos del tumor como el EGFR o el HER-2, multiplicándose en el interior de la célula tumoral y ocasionando su destrucción.

Terapia génica

Otro tipo de terapias que se encuentran todavía en fase de experimentación sería la terapia génica que trata de introducir material genético en células vivas mediante virus, liposomas o nanopartículas.

Mediante estos tratamientos se intenta destruir las células tumorales, impedir su crecimiento, intensificar la reacción inmunitaria del paciente al cáncer o hacerlas más sensibles a los efectos de otros tratamientos.
Se cultivan los llamados linfocitos T citotóxicos que han invadido el tumor de un paciente, se identifican los que tienen mayor actividad antitumoral en el laboratorio, se modifican si es preciso, se cultivan y se infunden de nuevo en el paciente. Este tipo de terapias se estudió primero en melanoma, pero actualmente se está investigando en todo tipo de tumores sólidos y hematológicos.

Diagnóstico

Encontrar nuevas vías de diagnóstico que faciliten la detección precoz del cáncer es otro de los objetivos de la ciencia. Y una de ellas es la biopsia líquida que a través de una extracción de sangre permite identificar mutaciones para aportar información sobre el pronóstico.

“Es una técnica mínimamente invasiva -apunta la doctora- que proporciona información sobre cómo evoluciona el tumor en el paciente, cómo se hace resistente a los distintos tratamientos, permitiendo además el diagnóstico precoz de la recidiva”.
“Actualmente existen muchos estudios en marcha sobre la biopsia líquida para cáncer de colon y de recto, mama y otros”, apunta Aitana Calvo, oncóloga en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Y, en este campo, este año ha destacado la técnica desarrollada por científicos del Vall d’Hebron Instituto de Oncología de Barcelona que, a través de una punción lumbar, analiza el ADN circulante en el líquido cefalorraquídeo lo que permite diagnosticar, pronosticar y afinar en el tratamiento de los tumores cerebrales sin necesidad de realizar una biopsia de tejido cerebral.

Clasificación genética

Actualmente existen distintos grupos nacionales e internacionales que están trabajando en la clasificación molecular de los distintos tipos de tumores como el cáncer colorrectal para conocer los subtipos según sus características genéticas, lo que permitiría abordarlo de forma personalizada como ya ocurre con el cáncer de mama.

“Cada vez somos más conscientes de que el cáncer de colon, el cáncer de pulmón o los distintos tipos de tumores no son una única enfermedad, sino distintas enfermedades más o menos agresivas y que responden de modo diferente a los distintos tratamientos”, señala la especialista.

Además, científicos del Consorcio Español del Genoma de la Leucemia Linfática Crónica (LLC), han establecido el catálogo genético de esta enfermedad que identifica 60 genes claves cuyas mutaciones provocan el desarrollo del tumor y, por primera vez, incluye también como causa de esta leucemia mutaciones en zonas del lado oscuro del genoma o ADN basura, una región que cada vez más, en contra de lo pensado hace años, se muestra útil para entender el genoma humano. Los resultados se publicaron en la revista Nature.

Metástasis

Otro de los hitos del 2015 en el campo de la investigación básica también cuenta con participación española. Un equipo integrado por investigadores del Centro Nacional de Investigación Oncológica (CNIO) de España, del Weill Cornell Medical College y del Memorial Sloan Kettering Cancer Center ha desvelado los mecanismos por los que los tumores eligen a qué ógano dirigen la metástasis y preparan el terreno.

El estudio, publicado en Nature, corrobora la existencia de los exosomas, una pieza clave en el proceso de la metástasis. Los investigadores recopilaron indicios de que los tumores lanzan millones de vesículas cargadas con proteínas y material genético, llamadas exosomas, que actúan como avanzadilla del tumor y cuya misión es conseguir que los órganos de destino estén preparados para acoger las células tumorales.

Así, los exosomas provocan en el órgano de destino la respuesta molecular necesaria -inflamación, vascularización… – para acoger las células tumorales. Cuando éstas llegan al órgano, el entorno es perfecto para proliferar.


FUENTE: EFE Salud

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